Los Cafés de Viena

Viena es la ciudad de la Música y de los Cafés, pero esto no es de hoy, sino que se remonta hasta hace un poco más de un siglo, en la época de los emperadores Francisco José y Sissi.

En esa época, ya existían dos de los sitios más representativos de la ciudad: la Pastelería Demel y el Hotel y Café Sacher.

En 1888, la Pastelería Demel, fundada en 1786 bajo otro nombre, se trasladó a la calle Kohlmarkt, muy cerca del Palacio de Hofburg, con el fin de satisfacer los regulares encargos de la familia imperial. De esta forma, el establecimiento se encontraría también dentro de las fortificaciones de la ciudad, que Francisco José acababa de ordenar.

Sin embargo, como lo podremos apreciar en las siguientes imágenes, los cocineros y pasteleros de los emperadores tenían todo tipo de moldes y artilugios de pastelería y cocina a su disposición para la elaboración de los dulces dentro del palacio.

A pesar de la caída de la monarquía Austriaco-Húngara en 1918, el famoso emblema K.u.K. Hofzuckerbäcker (Pastelería y Dulcería de la Corte Real e Imperial), creado por Josef y Carl Demel, hijos de Christoph Demel quien compró el establecimiento al sucesor de su jefe en 1857, no dejó de presidir la puerta ni de figurar en las cajas de chocolates y bombones.

Después de diferentes dueños, la pastelería es desde 2002 parte del grupo austriaco DO&CO, una empresa de restauración y catering internacional. Hoy día, la Pastelería Demel toca un tipo de pastelería tradicional y clásico, tanto en su pasteles como en las piezas de chocolate y los bombones. Da la impresión de que son del lema: "si algo funciona bien ¿para qué cambiar nada?" Se trata de un sitio al cual que hay que ir para probar este tipo de pastelería. Los precios son altos, pero no más que en una pastelería barcelonesa céntrica. Además, dispone de un atractivo que no había visto nunca: se puede contemplar el obrador donde se elaboran los pasteles mientras se toma un café con un trozo de tarta.

Otro sitio emblemático de la capital de Austria es el Hotel Sacher, y su Café no iba a ser menos. Como escribimos anteriormente, este establecimiento es la cuna del pastel de chocolate más conocido e imitado en todo el mundo. Una vez dentro del Café, que abrió sus puertas en 1876, se nota la historia que tiene el lugar. La Sachertorte es el centro y el todo del establecimiento.

Su éxito y reputación han traspasado fronteras. Sin embargo, aún ahora, la receta original de este exquisito pastel de chocolate con una fina capa de mermelada de albaricoque, que vio la luz en el año 1832, sigue siendo un secreto muy bien conservado.

En temporada alta, la fabricación de la Tarta Sacher, que se produce en la propia pastelería del establecimiento, puede alcanzar los 2000 pasteles al día y se distribuye en todo el mundo.

Dada la fama de este pastel, lo más lógico para una pastelero y cualquier visitante es sentarse a tomar un café típico y un trozo de la Sachertorte.

Sin embargo, este Café también ofrece otras especialidades, entre ellos el Apfelstrudel (dulce de manzana), aunque queda anecdótico puesto que no vimos a nadie pedir algo diferente del pastel de chocolate con mermelada de albaricoque, cubierto de chocolate glaseado, acompañado una porción de nata montada sin azúcar.

El Café Sperl está abierto desde 1880 y es uno de los cafés más antiguos y mejor conservados de la ciudad. Clásico y acogedor, entrar en este Café significa remontarse a otro momento en la historia de Viena.

 

Como no podía ser de otro modo, tiene su propia tarta de Chocolate, muy buena, suave y jugosa, con un toque de ron que le da un aroma particular, se trata de un estilo diferente de una tarta de chocolate. Personalmente me resultó mejor que la Sacher, pero eso va a gustos.

También probamos la tarta de manzana (el Apfelstrudel), muy típica de Viena también  así que no podíamos irnos sin probar este postre a base de hojaldre enrollado con manzana cocida y un toque dulce.

Café muy agradable y trato muy bueno

Enlaces de Interés:

 - Café y Hotel Sacher 

 - Pastelería Demel

 - Café Sperl